Querida vida (2):

Hoy es mi cumpleaños. Sí, tengo dieciséis, qué mayor eh? Eso te dicen todas las llamadas de tus tíos, tu abuela, tu padre y sus amigos. "Pero si ya eres toda una señorita" "Qué mayor y qué guapa estás. ¡Dieciséis añazos, madre mía!"
Pues, queridos familiares, no. No me siento ni guapa ni para nada mayor. Es más, no me he sentido más pequeña e indefensa en mi vida. Si hay alguien escuchándome, por favor, que me diga qué debería hacer. Estoy harta de este mundo, de las sonrisas forzadas, los te quieros dichos sin ningún sentimiento y de todas las demás gilipolleces inmaduras de la gente. Ni siquiera hoy pueden dejarme respirar a gusto.
Señores, dejémonos de tonterías. No somos conscientes realmente del poco tiempo que tenemos, por qué malgastarlo en peleas tontas, disgustos sin sentido, corazones rotos o cualquier otra cosa del estilo. Quién sabe qué pasará mañana. No perdáis el tiempo infravalorandoos o simplemente soñando con cosas que creéis que nunca alcanzaréis. Vamos, hombre, que sólo tengo dieciséis años, es cierto, pero salid al mundo, disfrutad la vida. Quién dice que no valgáis la pena, que no seáis lo mejor que existe en este mundo. Todos tenemos algo que mostrar. No malgasteís vuestro esfuerzo en cosas mundanas, no paréis de apender cosas nuevas, sobre todo de los demás y nunca, jamás, os olvidéis de quereros a vosotros mismos.
Así que vamos, empezando por coger un cuenco de fresas con yogurt que no sabeis lo bien que me está sentando ahora mismo!