24 de mayo de 2011

Se está acercando...

Tengo miedo al futuro. No al hecho del fin de la vida, de la vejez, ni de la muerte. Tengo miedo a lo que voy a hacer, a lo que voy a tener que hacer y lo que no me quedará más remedio que hacer. Me asusta darme cuenta día tras día de mi poca capacidad de decisión, mi mala orientación, mi ingenuidad, buena fe y extrema esperanza, y de la dependencia que me creo con la mayoría de los que me rodean. Porque así no voy a llegar a ninguna parte. Desde luego tengo demasiadas aspiraciones y sueños para cumplirlos siendo así.
Dejando eso a parte, ¿qué más da? Me preocupo por aprender a ser un adulto cuando ni quiero ni sé serlo, ni siquiera tengo idea de qué voy a hacer con mi vida ahora mismo.
Si tengo más miedo a lo que va a pasar el mes que viene que a nada. Y sí, es por él de nuevo. Yo sólo quiero disfrutar de lo que se me ha dado, y no pensar en lo que no tengo, porque de nada sirve, todos lo sabemos. Sólo saber mirar al futuro sin miedo y vivir el presente feliz. A veces se hace difícil. Sí, a veces soy incapaz de imaginarme con ninguno otro, ni siquiera visualizo alguien mejor. Qúe digo a veces, siempre. Simplemente no puedo. Por muy imbécil que sea, por muchos malos momentos que él no ha pasado ni sabe que yo he pasado. Me siento tan patética. Mirad el mundo, gente, mirad un poco más allá de vuestro ombligo; yo lo hago también... hay tanto sufrimiento. Es egoísta hasta decir basta quejarse por esto. Pero lo tengo tan adentro, no puedo olvidarlo, esta sensación no me deja en paz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario