28 de junio de 2011

It's too late to apologize.


- Perdona, ¿está ella?
- No, no está. Se fue con el otro esta tarde. Está dispuesta a pasarlo bien.
- Vaya, pero yo llamaba para...
- Sí, pero quizás sea demasiado tarde.
- ¿Y qué pasa si la quiero y no quiero que se vaya con el otro? Es demasiado pronto para entregarse al mundo, aún puedo arreglarlo si me da una oportunidad, me niego a que abandone tan rápido.
- Es algo que no podrás evitar.
- Pero su corazón sigue siendo mío, lo sé.
- Eso ella también lo sabe, y le está costando recuperarlo.
- Es que lo he guardado bien, para que no se estropeara.
- ¿No te das cuenta del daño que haces? Lo guardas para que no pueda dárselo a ningún otro, eres demasiado egoísta, construirse un corazón nuevo cuesta mucho. Y yo estoy harta de verla llorar. Así que haz algo.

27 de junio de 2011

Se cierra una puerta, se abre una ventana.

La palabra que utilizan los chinos para decir "crisis" significa también "oportunidad".
De pronto sintió como si hubiera estado atravesando una selva densa a machetazos y de repente se encontrara en lo alto de una montaña donde la luz era nítida y el aire, liviano. Sintió como si le quitaran un peso de encima. Pero aún tenía miedo, le costaba entender el porqué de tantas cosas... no debería preocuparse, la vida son actos, es presente, pues ser un cuándo, un cómo y un qué, nunca un por qué, no debería ni planteárselo. Pues bien, preguntémonos, cómo hemos llegado a esta situación, cuándo dejaste de ver algo de luz en mi y simplemente viste polvo. Es curioso, cuando una persona lo es todo para otra, cuando realmente se pertenecen y cualquier defecto se convierte en magia para el que va colgado de su mano y de repente vuelve a ser simple polvo, cada vez más pesado, cada vez más negro, que se le echa encima hasta encerrarla. Entonces todo es pura agonía, le cuesta hasta el sonreír, y eso que juró jamás dejaría de hacerlo, rompe todas sus promesas porque ni siquiera sabe qué está haciendo, las lágrimas son su compañía desde hace semanas, sus amigos se convierten en sus peores amigos, las coincidencias le juegan malas pasadas. Está acabada. Sí, tocada y hundida.
Entonces vuelve a brotar algo, estaba ahí escondido, ella todavía no está segura de si lo que ve le gusta, pero le apetece explorar. Siente el gusanillo en el estómago, el hormigueo de una ilusión que vuelve después de un largo y cansado viaje, pero sea como sea, ha vuelto.
El pasado la sigue comiendo, teme ser odiada y despreciada por los que antes ocuparon su corazón. No tiene malas intenciones, simplemente quiere seguir adelante. Echándole de menos o no, su figura se va difuminando en su mente, hasta que se presenta en la puerta de su casa, su corazón vuelve a latir con fuerza y padece el síntoma del "no encontraré a nadie mejor". Ella cierra y corre una cortina. No está dispuesta a volver a sufrir. Ha sido bastante duro el viaje como para volver a repetirlo. El tiempo ya hará su función, ahora prefiere olvidar. Su próximo objetivo son los lejanos planetas de luces giratorias, de todos los colores, quiere ser deslumbrada y luego deslumbrar el doble a los demás, conocer a seres desconocidos. Y le gustaría probar a viejos conocidos también, hacer un viaje en tren para comprar un helado de lima, pero eso es algo más confuso en sus planes, primero tendrá que concretar un par de cosas. Viajar a sitios exóticos, inhalar el humo de la libertad, beberse la felicidad y dejarse mimar por sus viejos amigos. Después quizás, sólo quizás se aventure a coger un avión, cruzar la península y probar las cálidas aguas y la fina arena de una vieja isla que esconde un volcán casi en erupción.

13 de junio de 2011

Ella.


Cae como un meteorito, directo al corazón de cualquiera que sepa apreciarla. Ella es suave, es castaña y su piel, dorada al sol. Tiene verdaderas esmeraldas por ojos y una sonrisa embaucadora. No habla, canta, y para aquellos que pueden verlo, es dulce, melodiosa, transmite lo que realmente lleva dentro, su vida.
Es simple, pero única, vive a su manera, sin dirección, sencillamente se deja llevar. Crea los buenos momentos, porque sabe que los malos llegarán sin avisar. En el fondo, sigue siendo una niña. Con su sonrisa inocente y sus andares alegres, nadie podría afirmar que la conoce. Porque ella es un pequeño descubrimiento cada día.
Es salvaje, impetuosa, se podría decir que no le tiene miedo a nada. Aunque, sinceramente, es la más miedica de todas, pero sin mostrarlo. Sabe mantener las distancias, y ser fría cuando debe serlo. Tiene el magnífico poder de trazar una raya entre su corazón y su mente, para poder hacer caso a quien más convenga. Así que, con miedo o sin él, es fuerte, lo es de verdad.
Imposible es nada. Podrá ser muy difícil, parecer en muchas ocasiones algo inalcanzable, pero ¿imposible? No, esa palabra no figura en su lista, no la tiene en cuenta, aunque muchas veces le gustaría rendirse a ella.
Ante todo, es inteligente, y ve el mundo de forma impresionista, pero sabe profundizar. Ella es como un lago profundo, ¡qué digo! ella es un pequeño universo: oscura, casi ilimitada, misteriosa, deseable, pero con millones de puntos de luz, millones de sonrisas; jamás se cansará.
Ella cierra los ojos y puede sentir el roce de una caricia por toda la espalda, pequeño punto de calor que recorre su cuerpo, amor olvidado que todavía le oprime el corazón. Ya ha tropezado dos veces con la misma piedra, pero ninguna más. Todavía siente lo que le han robado y, desde entonces, no cree en el amor eterno. Sea como sea, le gusta querer a las personas, le gusta dar segundas oportunidades porque cree que es lo que se debe hacer. Siempre perdona, siempre. Es incapaz de odiar a nadie, el odio es un sentimiento que sólo trae malas consecuencias. Aun así, jamás olvida... "Jamás digas jamás". Pues en este caso ella puede afirmarlo. Supera, sobrevive, sigue adelante, pero nunca olvida. Olvidar es de cobardes, es no saber afrontar lo que has vivido. Ella acepta y agradece todo lo vivido, bueno o malo, es una nueva experiencia, una lección aprendida.
Sí, ella es apasionada, es liberal, es espontánea y extrovertida. Explosión de fuegos artificiales. Y es así porque le gusta serlo, simple y llanamente. No se rinde nunda, lucha hasta el final, porque confía en sus posibilidades y si algo sale mal, volverá a intentarlo.
Pero sí cree en la paz, en la armonía y en la ayuda mutua. Es consciente de la injusticia del mundo, aunque no alcance a verla toda, y desearía hacer algo al respecto. De hecho, lo hará. Ella lo da todo por los suyos, y por el resto también, porque confía en que ellos harían lo mismo por ella. Lo mejor de todo es que conoce el poder de la mente, y domina en el terreno del carácter, ella es la reina de las relaciones entre personas.
Ella sabe que no es perfecta y, de hecho, no quiere serlo, le gusta ver cómo la gente la quiere por quién es y no por quién aparenta ser. Le gustan sus defectos porque son parte de ella y el que sepa amarlos, sabrá amarla a ella también.
Podría resultar maravillosa, pero no lo es. Es sólo... ella.

11 de junio de 2011

Bonito día.

Naranja, verde, azul, quizás amarillo, definitivamente rojo, muy blanco y ligeramente rosado. Era suave o áspero. Adoraba el contraste. Era seco en ocasiones, húmedo en su mayoría. Floto. Floto por un viento fresco, nuevo, que sabe a fresa. Tengo miedo. Noto la cálida sensacion de sentirse atado, aunque sigo siendo libre. Ahora todo es posible, pueden pasar mil cosas. Pero el mundo es de algodón, de papel de burbujas, nada puede herirme, al menos no lo suficiente para hundirme...
Vacío. Es negro. De nuevo vacío, pincha, me araña, me atraviesta, duele. Vacío, cada vez más grande, quiere salir. La nada me consume lentamente. Sabe a vómito, sabe a la sal de las lágrimas. No, no sabe a nada, porque no es nada. Está roto y quiere salir. No aguanta más, está harto de luchar, sus latidos son cada vez más débiles. Está hecho pedazos, no hay más que hablar. Me atravesará, lo sé. La guerra anda cerca y mis manos están cubiertas de sangre seca, ya no sirven. Han desatado la bestia. Espera, ¿qué bestia? Es la furia que llevo dentro, es la falta de sentimientos. Es el amor reemplazado por odio. Un odio que juré jamás sentiría. Eso es todo lo que puebla mi alma y mi corazón ahora mismo. ¿Corazón? ¿Y quién sabe qué es eso? ¿Acaso alguien lo entiende, acaso a alguien le hace bien? Pero no a él; me odio a mí misma. Por mi estupidez, mi fracaso, mi falta de ganas de vivir. Odio mi cabeza que me atormenta con recuerdos demasiado dolorosos. Es lo mismo de siempre, siempre están ahí. Siempre llegan en los momentos más inoportunos. Cómo se puede ser tan imbécil...
Ven y cógeme de la cintura, o de la mano, poco importa, siempre y cuando estés a mi lado. No te marches nunca. Una caricia por la espalda. Se me escapa una sonrisa, el ambiente está cargado de nuestra propia esencia, de lazos que nos unen por todas partes. No te agobies, es bonito. Y el tiempo deja de existir. El mundo podría estar derrumbándose, que nosotros hemos elegido este momento para querernos y nada más importa ahora...
No. Se acabó. Viajo por un túnel de mil sentidos, no sé cuál elegir. Es el futuro. Es mi vida, yo decido. Es lo que tengo que hacer. Sí, eso dicen todos. Junio, y para mí sigue siendo invierno, hace frío y no quiero nada más que tu abrazo para entrar en calor. Es demasiado difícil. Duele. Lo hará siempre. Todas las rosas tienen espinas. Excepto aquella que me regalaste. Ahora ha muerto. Todo se ha quedado atrás y aun así no consigo olvidar ninguna de las palabras que dijiste. Sigues aquí, dime que aún nos pertenecemos, que todavía dependes de mí. No. Ya no eres tangible. Sólo humo que se escapa entre mis dedos cuando intento alcanzarte. No puedo creerlo. Simplemente, no me entra en la cabeza.

8 de junio de 2011

Querida vida (4):

O más bien, querido sentimiento que la humanidad adora y que está presente en todo el mundo, y al que me niego pronunciar por el simple hecho de que me ha traicionado:
¿Qué pretendes? Primero me rompes en mil pedazos, me dejas tirada por donde pillas y esperas a que yo solita me reconstruya para ahora hacer... espera qué estás haciendo?
Veréis, ésta es la historia. Sí, es una historia de amor. Como la de Little Manhatan, nada bonito, nada demasiado bonito; pero con miles de estúpidos recuerdos que se quedarán durante algún tiempo. Qué digo, mucho tiempo. Aún le veo cuando sueño, le veo a través del cristal del coche aunque sé que no está ahí. Le veo al salir del colegio, como si fuera la primera vez, como si me siguiera queriendo. Veo nuestras manos, entrelazadas y su cara muy, muy cerca de la mía. Y las palabras que solía decir, y que ahora intento olvidar. Su mirada, llena de algo que ni él mismo sabía qué es. De eso a lo que tanto teme. Jamás lo admitirá, es demasiado cobarde, demasiado inmaduro. Pero le he querido tanto...
Y ahora intento engañarme a mí misma. Algo ahí dentro está hecho trizas, pero mi cabeza me dice que estoy bien, pasa página. Pero qué, de repente pones a gente maravillosa a mis pies. Pones a alguien que realmente merece la pena y que no puedo aceptar. Porque yo no soy una cobarde, yo lo reconozco, lo admito delante de quien sea... Me enamoré. Lo hice y no me arrepiento. Pero no me deja seguir adelante. Tomó una decisión, no sé por qué no la lleva a cabo.
Llegó una mañana. Un par de comentarios, una mirada furtiva, un guiño de ojos y una mueca. Ella intentó abrirme los ojos, ella sólo quiere que sea feliz, ella me llevó a él. Y de repente, volví a sonreír. Vale, estamos de acuerdo en que siempre sonrío, por cualquier tontería, adoro meterme en mi pequeña burbujita. No, no fue así. Esta vez se rompió, no me di cuenta, pero ya no estaba en mi pequeño y loco mundo. Seguí sonriendo, ¿por qué no?
Todavía me atormenta, es como una gran nube negra. Ahí encima, todo el rato. Es intentar mirar al horizonte, más allá que lo que ahora mismo siento y ahí está. Oscuro, frío. La lluvia se desliza por mis mejillas, dejando un rastro en mis ojos ahora hinchados. Es insaciable, no me deja en paz, o lo tomas o lo dejas. Si decides dejarme ir, hazlo de verdad, no me enturbies la existencia minuto a minuto. Por favor.
Querido destino: sólo queria preguntarte por qué has decidido abrirme los ojos. Por qué has dejado que ella me enseñara lo feliz que él podría hacerme. Después de la nube negra, del gran chaparrón, de todo el amor desperdiciado; que ahora flota a mi alrededor esperando a que la persona indicada lo coja... después de todo eso me lo has presentado. Y todos tenemos nuestra nube negra. La suya es inmensa, como la mía. Vaya, qué coincidencia...
Así que ahí están. Estoy yo; está ella, mi ángel de la guarda; está la nube negra; está mi compañero leal de nube negra; y está ése que te empeñas en ponerme delante para que le haga daño.
Me gusta mi compañero, mi compañero me hace sonreir, me hace olvidar, me ayuda, me protege, me da confianza, esperanzas e ilusiones. Pero es algo demasiado extraño, demasiado arriesgado y difícil, poco apropiado.
Querido destino: no me hagas elegir, ahora no. Déjame crecer, déjame vivir, salir de mi nube negra, ser feliz. Déjame esperar tranquilamente a que alguien nuevo aparezca en mi vida. No necesito más lluvia. ¿Por qué te empeñas en traer nubes? A mí no volverás a engañarme, sé lo que pretendes. Empieza con una pequeña brisa veraniega, es suave, es cálida, lenta; luego es viento, es apasionado, es fuerte, es violento, es precioso; una nube, blanca, estable, bonita, digna de ser mirada; y finalmente, se enturbia, sólo quedan los restos de lo que fue un precioso comiento en el verano. Cargada de dolor, que apuñalan con cada lágrima. No, no quiero más lluvia.
¿Qué es lo más bonito que os ha pasado hoy?

5 de junio de 2011

Desayuno con diamantes

+ ¿Conoce usted esos días en los que se ve todo de color rojo?
- ¿Color rojo? Querrá decir negro.
+ No, se puede tener un día negro porque una se engorda o porque ha llovido demasiado, estás triste y nada más. Pero los días rojos son terribles, de repente se tiene miedo y no se sabe por qué. "

Y decirte alguna estupidez, por ejemplo, te quiero

- Estaba coleccionando un momento.

- ¿A qué te refieres?

- Colecciono momentos, busco detalles que tengan algo especial y trato de concentrarme en ellos.

- Yo creo que la vida es terrible, pero hay momentos hermosos que valen la pena, y yo los colecciono para intentar ser un poco más feliz.


¿Qué es lo más bonito que os ha pasado?