27 de junio de 2011

Se cierra una puerta, se abre una ventana.

La palabra que utilizan los chinos para decir "crisis" significa también "oportunidad".
De pronto sintió como si hubiera estado atravesando una selva densa a machetazos y de repente se encontrara en lo alto de una montaña donde la luz era nítida y el aire, liviano. Sintió como si le quitaran un peso de encima. Pero aún tenía miedo, le costaba entender el porqué de tantas cosas... no debería preocuparse, la vida son actos, es presente, pues ser un cuándo, un cómo y un qué, nunca un por qué, no debería ni planteárselo. Pues bien, preguntémonos, cómo hemos llegado a esta situación, cuándo dejaste de ver algo de luz en mi y simplemente viste polvo. Es curioso, cuando una persona lo es todo para otra, cuando realmente se pertenecen y cualquier defecto se convierte en magia para el que va colgado de su mano y de repente vuelve a ser simple polvo, cada vez más pesado, cada vez más negro, que se le echa encima hasta encerrarla. Entonces todo es pura agonía, le cuesta hasta el sonreír, y eso que juró jamás dejaría de hacerlo, rompe todas sus promesas porque ni siquiera sabe qué está haciendo, las lágrimas son su compañía desde hace semanas, sus amigos se convierten en sus peores amigos, las coincidencias le juegan malas pasadas. Está acabada. Sí, tocada y hundida.
Entonces vuelve a brotar algo, estaba ahí escondido, ella todavía no está segura de si lo que ve le gusta, pero le apetece explorar. Siente el gusanillo en el estómago, el hormigueo de una ilusión que vuelve después de un largo y cansado viaje, pero sea como sea, ha vuelto.
El pasado la sigue comiendo, teme ser odiada y despreciada por los que antes ocuparon su corazón. No tiene malas intenciones, simplemente quiere seguir adelante. Echándole de menos o no, su figura se va difuminando en su mente, hasta que se presenta en la puerta de su casa, su corazón vuelve a latir con fuerza y padece el síntoma del "no encontraré a nadie mejor". Ella cierra y corre una cortina. No está dispuesta a volver a sufrir. Ha sido bastante duro el viaje como para volver a repetirlo. El tiempo ya hará su función, ahora prefiere olvidar. Su próximo objetivo son los lejanos planetas de luces giratorias, de todos los colores, quiere ser deslumbrada y luego deslumbrar el doble a los demás, conocer a seres desconocidos. Y le gustaría probar a viejos conocidos también, hacer un viaje en tren para comprar un helado de lima, pero eso es algo más confuso en sus planes, primero tendrá que concretar un par de cosas. Viajar a sitios exóticos, inhalar el humo de la libertad, beberse la felicidad y dejarse mimar por sus viejos amigos. Después quizás, sólo quizás se aventure a coger un avión, cruzar la península y probar las cálidas aguas y la fina arena de una vieja isla que esconde un volcán casi en erupción.

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